Ciudad vs pueblo: ¿cuál es la mejor opción para vivir?



Si bien en cada país las ciudades y los pueblos son muy variados, existen ciertas características generales que diferencian la vida en estos dos lugares, y que pueden ser determinantes para una persona al momento de tomar una decisión.

En ese sentido, Alsa, una compañía de viajes por carretera española, nombra algunas de las ventajas de vivir tanto en una ciudad como en un pueblo.

– Tranquilidad: Según la página web de la compañía, la paz que se vive en los pueblos muy difícilmente se encuentra en las ciudades. Despertar con los sonidos de la naturaleza en lugar del ruido del tráfico y gozar de un silencio absoluto puede ser apaciguador para el cuerpo. 

– Vida saludable: Gracias a la facilidad que por lo general hay en los pueblos para conseguir alimento fresco y natural, las personas que residen en ellos suelen disminuir el consumo de comida chatarra. Asimismo, gracias a los entornos naturales de estos sitios, puede aumentar la motivación para hacer ejercicio al aire libre.

– Hogares más espaciosos: Es muy común que en los lugares alejados de la ciudad se consigan viviendas amplias y grandes a un precio más económico que en la urbe. 

– Conexión con la naturaleza: Una de las grandes ventajas de vivir en un pueblo es que, por lo general, es un ambiente mucho más cercano a la naturaleza, lo que brinda la oportunidad de convivir con  distintos animales y, además, tener cultivos propios.

– Cercanía: Cualquiera que viva en un pueblo puede prácticamente asegurar que conoce a la mayoría de los habitantes. En estos lugares se suelen afianzar relaciones más cercanas, casi familiares, con las personas del entorno, algo que es muy difícil de conseguir en la ciudad.

– Accesibilidad a servicios: Vivir en la ciudad  puede facilitar muchas acciones cotidianas. Ir de compras y encontrar una amplia variedad de productos, poder ir a un hospital cercano en caso de urgencia o pedir comida a domicilio se hace mucho más fácil cuando se está en una gran urbe.

 Más oportunidades: Una de las razones de peso para estar en una ciudad es la cantidad de ofertas laborales y educativas que hay, y que en los pueblos no se ven con frecuencia. Es por eso que, con el fin de trabajar o estudiar, muchas personas se mudan a la ciudad.

– Variedad de ocio: Las ciudades por lo general ofrecen una amplia gama de actividades de entretenimiento. Ir a descubrir nuevos restaurantes, salir a algún parque, ir al cine o a un centro comercial son planes que, si bien son cotidianos, en el pueblo no suelen ser tan comunes. 

– Mayor desarrollo tecnológico: Aunque hay excepciones, es frecuente que en un pueblo no haya acceso a determinadas oportunidades tecnológicas, como la cobertura móvil, Internet en alta velocidad o dificultades para ver la televisión. Sin embargo, en la ciudad estos servicios deberían estar casi garantizados.

– Facilidad para conocer personas nuevas: Como las ciudades contienen un gran cúmulo de personas, es más fácil hacer nuevos amigos en distintos espacios. Además, las personas a las que les gusta ser más reservadas tendrán el ‘anonimato’ en el barrio casi garantizado.