La construcción sostenible, los beneficios que le trae al bolsillo y su impacto ambiental



Permite ahorro de 45% de energía y 25% en facturación de agua. Se espera que para 2023 una de cada cinco construcciones sean sostenibles

Allison Gutiérrez Núñez – agutierrez@larepublica.com.co

Con más de tres millones de metros cuadrados certificados en Edge, Colombia es uno de los líderes mundiales en construcción sostenible. Estos están representados en 201 proyectos, de los cuales 138 son residenciales y equivalen a 51.807 unidades de vivienda.

Para los expertos, construir de manera sostenible pasa por incorporar un sistema inteligente en función de la biodiversidad que lo rodea.

“La arquitectura sostenible tiene 10 principios: valorar el sitio, proyectar la obra de acuerdo con el clima local, ahorrar agua y energía, pensar en fuentes de energía renovables, evitar riesgos para la salud, utilizar materiales obtenidos de materias primas locales, utilizar materiales reciclables, gestionar ecológicamente los desechos, y reflexionar el impacto ambiental de todos estos procesos en la fase de operación”, explicó el arquitecto experto en sostenibilidad Carlos Hernández.

LOS CONTRASTES

  • Camilo QuirozDirector de Espacio Urbano y Territorial del Minvivienda»Contar hoy con un campo inmobiliario sostenible permite al constructor comercializar los proyectos de manera más eficiente. Hoy los usuarios demandan mejores condiciones para las viviendas que se adquieren»
  • Carolina Bedoya JaramilloDir. de Diseño de Confort y S. en Conconcreto“La construcción sostenible es un proceso que comienza antes de iniciar un proyecto. Se debe enfocar en el consumo racional de los recursos”

Por lo que, indudablemente, los beneficios de la sostenibilidad van más allá de reducir la huella ecológica y trascienden a beneficios directos e indirectos para las personas; el más destacado, un ahorro presupuestario.

En esta clase de viviendas, se puede tener un ahorro de 25% en facturación de agua y de 45% en energía, según indicó Camilo Quiroz, director de Espacio Urbano y Territorial del Minvivienda, lo que también reduce las emisiones de dióxido de carbono y permite aprovechar la luz solar.

En ese sentido, una de las apuestas del sector, sobre todo para viviendas de interés social, es seguir apoyando las construcciones sostenibles, pero progresivas, las cuales tienen en cuenta el factor económico, en beneficios de las personas que lo habitan.

Por ejemplo, según comentó el arquitecto, una vivienda bien diseñada bajo parámetros sostenibles podría generar un ahorro energético importante que, inclusive, podría ser en beneficio de terceros. Eso se da con la posibilidad de vender energía a las viviendas o inmobiliarios vecinos, a través de los paneles solares, uno de los sistemas líderes en la sostenibilidad.

Por lo que con todo esto, el mercado local de la construcción establece cada vez más la sostenibilidad en el país. Esto sucede también en línea con los incentivos públicos privados para el sector. Por ejemplo, Quiroz señalo que bancos como Davivienda, Bancolombia y Bbva ofrecen descuentos de hasta 100 puntos básicos sobre la tasa del crédito constructor para los proyectos que cumplen criterios de sostenibilidad.

En ese sentido, para Camacol el reto será lograr que la construcción sostenible llegue a 100% del territorio nacional. Esto quiere decir que, lo que se espera para 2023, es que una de cada cinco construcciones en el país estén certificadas con Edge, lo cual contribuiría a una reducción de 51 % de la huella de carbono en los proyectos de construcción y en las organizaciones.

Pero, para lograrlo, será necesario que se cumplan una serie de condiciones, entre las cuales resalta combatir la informalidad al momento de construir vivienda, pues según el gremio, 37 de cada 100 viviendas en el país se construyen de manera informal.

«La construcción informal de viviendas no sólo omite las normas urbanas y las normas sobre construcción sostenible con que cuenta el país tales como la Resolución 0549 de 2015, sino que además se desarrollan con restringidos criterios de diseño que no toman en cuenta las condiciones climáticas y de entorno», indicó el director de Espacio Urbano y Territorial del Minvivienda.