Cada año las tendencias evolucionan adaptándose a los gustos estéticos y a las necesidades de los consumidores. Por eso, a las puertas de 2022 ya sabemos cuáles serán los diseños predominantes en baños, cocinas y demás estancias de la vivienda.
Tanto para azulejos como para el suelo se apuestan por formatos extremos, que van del XXL al XS.
Porcelánicos, pavimentos y revestimientos que, en el caso de los tamaños más grandes, suelen oscilar entre 75 y 120 cm, según la estancia donde se aplique, creando espacios continuos con juntas que se mimetizan con el diseño elegido.
Por su parte en el extremo contrario encontramos baldosas y azulejos pequeños, de 15 o 20 cm, con una tendencia a la colocación en espiga.
Respecto a los colores, priman los naturales, combinando espacios lisos con zonas estampadas o con texturas y relieves, la última revolución.
Aunque no desaparece la tarima o la piedra, el porcelánico se convierte en el material estrella gracias a su comodidad en el mantenimiento y a sus estéticos acabados, que imitan cualquier superficie, incluida la madera, en una amplia gama de colores.
Los azulejos hidráulicos siguen en boga, aunque se reinventan con nuevas tonalidades y composiciones tendentes al estilo arabesco.
Tanto en baños como en cocinas, el negro se convierte en un color indispensable para aportar estilo a la vivienda.
En modo total, enriquecido o combinado con otros tonos, el negro está presente en todas las estancias.
Las cocinas con tratamiento antihuellas, y combinadas con detalles en madera natural, son una apuesta segura para el 2022.
También se apuestan por los detalles cromados en baños, como los perfiles de las mamparas de ducha y en la grifería, preferiblemente con acabado mate y con un tratamiento antical.
De manera general en el mobiliario priman los acabados naturales, en mate y con efecto seda. Los colores naturales también son una prioridad, aunque se juegue a combinarlos con algún detalle original.
En la cocina se apuesta por la funcionalidad, con encimeras de Silestone y Dekton, cuyo acabado y dureza aseguran la calidad, durabilidad y resistencia que se merece este elemento indispensable.
Por su parte en el baño los muebles destacan por su estilo moderno, funcional y con gran capacidad de almacenaje. Además la tendencia más asentada es que los elementos del baño sean suspendidos, tanto en mobiliario como en sanitarios.
Si algo está claro es que la casa postpandémica es abierta y multifuncional. Después de estos meses hemos aprendido que los espacios tienen múltiples usos, por lo que se apuesta por un concepto de mobiliario de cocina integral, de manera que los muebles interactúan creando un espacio único con varios ambientes, dinámico y coherente estéticamente.
Para lograrlo se combinan diferentes estilos de materiales, como la madera, piedra, o aluminio, aportando un extra de estilo atemporal y buscando la unificación de la cocina-salón a la forma de vida actual.
De este modo, las cocinas abiertas se equipan con islas que actúan también como elementos en el salón de manera integradora y amable.
La búsqueda por lo natural, sumado a la cada vez mayor conciencia medioambiental hace que se busquen espacios ‘eco’ en los que tienen una especial importancia la creación de jardines o áreas verdes en casa.
En exteriores se mantiene la predominancia de los porcelánicos, que están presentes también en las piscinas y en las terrazas.
Precisamente enfocados en la búsqueda de la calidad, una de las novedades más demandas este año son los porcelánicos con tratamiento antibacteriano. Dada la composición que utilizan para fabricar estos modelos, son capaces de eliminar hasta el 99,9% de bacterias y microorganismos nocivos. Sin duda, una nueva gama de porcelánicos que está teniendo gran aceptación en las reformas de viviendas y locales.
No obstante, a la hora de elegir las mejoras opciones para nuestra vivienda, es fundamental acudir a profesionales con experiencia que nos asesoren sobre lo más recomendable.