Así sea en el corto plazo, con la volatilidad que se dio con los precios de las acciones, algunos lograron ganancias.

El coronavirus está impactando la salud de centenares de miles de personas en el mundo, pero también a la economía global, que según analistas, este año podría entrar en recesión.

Alzas en precios de los productos, cierre de negocios, prohibición de viajes y reducción de actividades turísticas como resultado de la pandemia son algunas de las consecuencias.

Para evitar que el impacto sea mayor en los hogares, Edgar Jiménez, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de Utadeo, recomienda no entrar en pánico, lo que puede llevar a generar más pérdidas en caso de liquidar inversiones antes de tiempo. Las premisas, de acuerdo con Jiménez, son no salir de las inversiones, los activos y los ahorros (cesantías o fondo de pensiones voluntarias).

El analista considera que “hay que mantener la calma, si no necesita los recursos o el dinero en estos momentos, no hay necesidad de retirarlos, ya que cuando el mercado se normalice los saldos se van a ir corrigiendo lentamente”.

Para ejemplificar el tema, en el caso de las cesantías, en las que se ha visto que los saldos caen pues la mayor parte de los ahorros están invertidos en títulos del mercado financiero, particularmente en deuda del Gobierno (TES), cuando se desvaloriza el mercado, lo mismo pasa con ellos.

Sin embargo, estos títulos tienen el respaldo del Estado colombiano.

Otro elemento que señala el académico es el que tiene que ver con cuidar los ahorros, “no salir a comprar en exceso artículos, bienes o servicios que pueden ser innecesarios y que se adquieren por temor a la situación actual” con el aislamiento obligatorio. Hay que mantener la liquidez necesaria para vivir, comprar lo que se consumiría en condiciones normales.

Y el elemento fundamental en la ecuación es invertir. Jiménez señala que “en momentos difíciles es cuando se forman los mejores precios para hacer inversiones. Es decir que, si alguien tiene recursos puede elegir si quiere comprar un activo en el precio más bajo, pues estos últimos se generan por ejemplo en momentos de pánico”.

En tiempos de río revuelto vale recordar una frase del inversor estadounidense Warren Buffett quien dijo “sé temeroso cuando los demás sean codiciosos y sé codicioso cuando los demás sean temerosos”.

UNA CRISIS CON APELLIDO 

Todas las crisis tienen su apellido. La actual pasará a la historia como la crisis del coronavirus, pero ya han pasado otras, que en el tema económico se han llamado la crisis de las puntocom, la crisis del subprime o la crisis de Lehman Brothers y las enseñanzas que han dejado, por lo menos para quienes han obtenido ganancias de ellas, es que siempre hay oportunidades de invertir.

Así, dice el analista, ante la pérdida de valor generada por el pánico vendedor de quienes liquidan sus inversiones, se van generando valores negativos en los activos, que a los ojos de alguien con un perfil de riesgo alto, se convierte en un atractivo para comprar.

Y es que la acción de una empresa de altos resultados y buenas perspectivas en su sector y en la economía puede estar castigada.

La experiencia dice que una compañía seria, grande y con trayectoria en el mercado después de la crisis va a sobrevivir, por lo que invertir en ella es una opción razonable.
“En la crisis actual el índice de volatilidad, que se conoce como el índice del miedo, llegó a los niveles máximos y ahí es el momento de invertir”, señala Jiménez.

LA ECONOMÍA RESURGIRÁ 

Las crisis severas pueden durar hasta un año, pero no son eternas y el ciclo económico vuelve a subir y aunque la actual no es generada por la especulación o burbujas artificiales, sino por la salud, tampoco será eterna. Y es allí en donde hay que fijarse, según el Laboratorio Financiero de la Utadeo.

Al finalizar las crisis es necesario ver cuáles serán los sectores en los que los gobiernos se fijan para comenzar a estimular la generación de empleo y uno de ellos es la construcción, por lo que las actividades ligadas pueden ser opción viable y razonable para invertir. Las empresas beneficiadas en el despegue también pueden estar conectadas a sectores como la energía y el sistema financiero, dice Edgar Jiménez.

Portafolio